Los trastornos alimenticios, como la anorexia, bulimia y trastorno por atracón, afectan a un número creciente de jóvenes y tienen un impacto significativo tanto en la salud física como mental, lo que los vincula directamente con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3 (ODS 3), que busca promover una vida sana y el bienestar integral. Estos trastornos no solo provocan problemas físicos graves, como desnutrición, obesidad y enfermedades cardiovasculares, sino que también están relacionados con factores emocionales y psicológicos como la baja autoestima, ansiedad y depresión. El ODS 3 destaca la necesidad de abordar estos trastornos de manera integral, combinando tratamiento médico con apoyo psicológico, y promoviendo una cultura de aceptación corporal y diversidad. La prevención, educación y apoyo emocional son esenciales para garantizar que los jóvenes puedan crecer saludables, tanto física como mentalmente, y contribuir así a un futuro más equilibrado y sostenible.
